Veintidós criaturas nos conducen al mundo perturbador del gran maestro de la narrativa fantástica. Las imágenes de Enrique Alcatena nos revelan las bestias más
inquietantes del universo de Howard Phillips Lovecraft en un descenso magistral hacia los abismos del terror.

En las montañas de la locura narra la expedición desastrosa que realizan unos grupo de expertos a la Antártida, en el que descubren unos seres biológicamente extraordinarios que llegaron a la tierra desde otro astro mucho antes de la aparición de la humanidad, y que fueron casi extinguidos por una especie de robots de su propia creación. El estilo visionario, solemne y lúgubre de Lovecraft -sin duda, uno de los más legítimos herederos de Poe- confiere a la alucinante narración un singular esplendor poético.

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Veintidós criaturas nos conducen al mundo perturbador del gran maestro de la narrativa fantástica. Las estampas de Enrique Alcatena nos revelan las bestias más inquietantes y extraordinarias del universo de H. P. Lovecraft en un descenso magistral hacia los abismos del terror.

Wilbur Whateley, hijo precoz y monstruoso de una solitaria familia de Dunwich, conserva parte del atroz secreto del Necronomicón, el libro prohibido. El secreto no puede, no debe, ser revelado a los hombres: las fuerzas del mal perviven y pueden invocarse. Una vez desatadas, el mundo conocerá su apocalipsis.
El horror de Dunwich es uno de los relatos más perturbadores de la literatura de terror. Las ilustraciones de Santiago Caruso se cuentan entre las mejores recreaciones gráficas del imaginario de H. P. Lovecraft.

«No podía regresar a aquel caos difuso de bosque antiguo y colinas, o en-frentar otra vez el páramo calcinado gris donde el pozo de agua negra boste-zaba profundo junto a los ladrillos y las piedras derruidas.» Un meteorito atraviesa millones de kilómetros y se incrusta en las colinas de Arkham. Al romperse, una tonalidad supranatural, nunca vista, emerge e infecta las napas de agua. Desde el elemento vital, pasa a los animales y a los seres humanos, a quienes trastorna y enloquece. La amenaza cobra un carácter impenetrable y escapar se torna imposible.
Las ilustraciones del dibujante Salvador Sanz, de marcado estilo hiperrea-lista, rubrican esta novela corta de terror metafísico ?traducida por Elvio Gandolfo? a través de un poderoso manejo de contrastes y de la irrupción de la luz. La mitología característica del maestro de a literatura fantástica y de terror toma nueva vida a través de la técnica de Sanz, quien recrea con maestría el hedor que rodea los bosques tenebrosos de Arkham.